Por: Rosalinda Palomeque
Se tratan con la familiaridad de una pareja que lleva muchos años de convivencia. Desde la primera canción, se toman de la mano; la sonrisa y, sobre todo, la mirada cómplice, los delata. La música los remite al pasado, pero los regocija en el presente.
Foto: Fernando Aceves / Colección Auditorio Nacional |
Romanticismo
y evocación de un pasado feliz definen la velada; en su cumpleaños
cuarenta y cinco, La Rondalla de Saltillo remueve sentimientos y
redefine historias con una fórmula sencilla, que les ha permitido
sobrevivir a los cambios en el exterior: canciones de amor con letras
sencillas, discursos que anteceden a cada tema y que pregonan la entrega
incondicional.
Una
tras otra, las interpretaciones crean un ambiente de apasionada
tranquilidad; canciones tristes, amor a la madre, a la esposa, a la
novia. Boleros, baladas y hasta rancheras, todas adaptadas al estilo de
la rondalla, logran que el público se mantenga en comunión.
Las luces tenues ayudan a crear una atmósfera en la que hombres y mujeres, a medida que avanza la noche, sueltan sus sentimientos; a veces cantan y también aprovechan para manifestar cariño a su acompañante.
De
la época de los tríos pasan al rock and roll; ponen un toque de alegría
con “Di por qué”, y el romanticismo clásico vuelve con “Parece que fue
ayer”.
De
entre las populares canciones que se ofrecen, son dos las que marcan la
velada, ambas de la década de los setenta, cuando La Rondalla de
Saltillo empezó a cosechar fama: “Cómo” y “Wendolyne”, ésta última gran
éxito de Julio Iglesias.
Catorce
guitarras, un contrabajo y un orador, todos integrantes de la
Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro de Saltillo. Herederos de una
tradición que inició en 1966, cuando en su intención por formar una
estudiantina, los jóvenes terminaron por crear una rondalla, la misma
que ahora despierta los recuerdos de una época en la que se acostumbraba
llevar serenata como una manifestación de amor incondicional.
La
Rondalla de Saltillo está en constante renovación; sus integrantes la
abandonan al terminan sus estudios universitarios y dan paso a nuevas
generaciones de jóvenes, deseosos de conservar el espíritu romántico a
través ,de los años. para presentarlo ahora en el Lunario del Auditorio Nacional en una noche inolvidable, para quiene nos volvimos a enamorar con su música.
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